La pandemia ha acelerado enormemente el proceso de innovación del sector de la restauración.
Una prueba es el modelo Sushimore, que se centra en la entrega a domicilio para diversificar los riesgos y adaptarse a los patrones de consumo que seguirán existiendo en los próximos años.
Sushimore se fundó en 2012 como una franquicia de sushi que posteriormente cambió de dueño y lo reconstruyeron rápidamente con nuevas políticas.
«Nos enfocamos en el producto y la estructura de la red. Partimos de una situación en la que hemos podido mejorar mucho debido a la entrega a domicilio.
En este caso, aumentamos la facturación y diversificamos el riesgo. El branding es importante, pero también importante, adaptarse a la competencia y enfoque de la marca en el mercado ”, explicó Núñez.