Muchas son las empresas interesadas en obtener las ayudas al fondo de rescate de 10.000 millones de euros que gestionará la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), aunque aún no se sabe con exactitud cuándo, ni cómo se aprobará el procedimiento de solicitud.
Una de las más atraídas por este fondo es Globalia, el grupo turístico dueño de la aerolínea Air Europa o la franquicia de viajes Halcón Viajes, entre otras. La empresa planteó la posibilidad de garantizar su solvencia mediante una inyección financiera, pero tratando de asegurarse que el Estado no forme parte de su capital.
La delicada situación a la que se enfrenta la compañía, fue dada a conocer por su fundador, Juan José Hidalgo, el pasado 16 de junio cuando en la cumbre empresarial organizada por la CEOE, declaró “Sin ayudas vamos a durar un telediario”. En la misma intervención, aseguró que de todos sus negocios, quien enfrenta una posición más complicada es Air Europa “Aunque hagamos ERE o ERTE es igual, porque el personal es muy costoso, pero lo que hay alrededor cuesta tres veces más”.
Por su parte, el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, luego del Consejo de Ministros, manifestó que solo se dará ayuda a las aerolíneas que lo soliciten y que el Gobierno ya se encontraba trabajando en función de las necesidades de las compañías damnificadas.
A su vez, desde el mismo Gobierno se reconoce que Globalia es una de las empresas “estratégicas” susceptibles de percibir parte de los 10.000 millones del fondo de rescate de la SEPI. Sin embargo, la lucha de la compañía está enfocada en impedir que el Gobierno forme parte de su capital y diluir su participación en la compañía.
El BOE ha establecido distintas vías para ejecutar los rescates de las empresas: éstos van desde préstamos participativos hasta suscripción de acciones u otros instrumentos de capital. Fuentes cercanas de Globalia aseguran que la intención de la compañía es recurrir a un préstamo participativo, y que en el caso de que la situación de ésta empeore y no pueda devolver el préstamo, el Estado acabe tomando participación en la empresa. La elección de este recurso se debe principalmente a sus facilidades como plazos más largos, mejor trato fiscal y el hecho de ser considerados deuda subordinada.
Por otro lado, fuentes del sector turístico aseguraron que no todos los negocios de la compañía tendrían que verse afectados de la misma manera. Por ejemplo, el de las agencias de viajes, a diferencia del de la aerolínea, podría gestionarse fácilmente gracias a las ayudas del ERTE, que ya están siendo facilitadas por el Gobierno. Por dicha razón es que el rescate solo sería necesario para la empresa aérea. La principal incógnita radica en cómo impactaría la presencia estatal en Air Europa, en el proceso de fusión con Iberia, cuyo acuerdo está pendiente de formalización. Cabe destacar que ambas compañías se encuentran renegociando la cuantía de la compra, que antes de la pandemia estableció que Iberia pagaría 1.000 millones de euros por hacerse con Air Europa.