Muchos pequeños empresarios se plantean «cuales son los pasos para franquiciar mi negocio», y es que la franquicia es un sistema generalizado para el crecimiento empresarial. Pero ni todos los negocios son franquiciables ni todos los empresarios están preparados para franquiciar un negocio, al menos sin el asesoramiento de profesionales.
La franquicia ofrece a muchas empresas la oportunidad de expandirse de forma rápida y sin necesidad de acometer la inversión que supondría expandirse en solitario. A cambio de que parte de la inversión sea soportada por los nuevos franquiciados que se sumen a la red, el franquiciador asume que su futura rentabilidad también será compartida con cada uno de ellos.
Si tienes un negocio y estás planteándote franquiciarlo tendrás que pasar por una serie de etapas inevitables si deseas que tu paso por el sistema de la franquicia sea sostenible.
¿Es realmente franquiciable tu negocio?
Lo primero de todo es plantearte si realmente tu negocio es un negocio de éxito y el porque del mismo. ¿Qué elementos diferenciadores tiene tu empresa? Ya sea un producto o servicio, un modelo de gestión o una marca muy reconocible, para poder franquiciar de una forma sostenible tienes que ofrecer algo especial al mercado y además que ese algo especial sea fácilmente exportable a otras zonas y llevado adelante de la mano de otras personas.
En ocasiones nos encontramos con negocios de verdadero éxito pero cuyas ventajas competitivas están ligadas a características no exportables y generalmente sucede cuando dependen de las habilidades personales o las características de una zona geográfica determinada.
Por otro lado franquiciar supone poner en manos de un tercero tu marca, esa que tanto has mimado y que supone una referencia para tus clientes, esto supone un riesgo que solo se puede minimizar realizando una correcta selección de los candidatos a tu franquicia, ves quedándote con la expresión «Perfil de franquiciado«.
¿Sabes lo que supone franquiciar? No solo crecimiento, también nuevas responsabilidades ¿estás dispuesto a asumirlas?
Franquiciar tu negocio no es algo sencillo, hasta ahora lo has gestionado bien pero la gestión de una cadena de franquicias es muy diferente a la gestión de un pequeño negocio y va a requirir de nuevos recursos tanto de estructura, como económicos o de aptitudes personales.
Los contratos de franquicia que firmarás con tus nuevos franquiciados no solo implicarán derechos para ti sino también una serie de obligaciones que deberás cumplir si deseas no tener conflictos posteriores. Tendrás que ofrecer un completo asesoramiento que permita a los franquiciados sacar adelante su negocio que como decíamos antes también es el tuyo.
Manualización y estandarización del negocio
Como franquiciador deberás aportar a tus franquiciados un modelo de gestión de tu negocio que tiene que estar comprimido en unos manuales operativos en los que queden reflejados los procesos de la empresa. Se debe tratar de estandarizar el funcionamiento del negocio de modo que se consiga una homogeneidad que perciban los clientes y todos los agentes que rodean a la cadena.
Es necesario que transmitas en el manual toda la experiencia que has recabado a lo largo de los años de actividad que te han hecho tener éxito con tu negocio.
Plan de negocio, zonas de exclusividad, paquete de franquicia,..
Debes definir tu oferta de valor al franquiciado así como ofrecerle información financiera que le permita hacerle una idea de «las tripas» del negocio. El plan de negocio debe ser realista y adaptado a unas condiciones de mercado actuales, el franquiciado tiene que ser consciente de la estructura de costes del negocio que va a gestionar además de hacer una estimación del activo circulante con el que comenzará el negocio para superar los primeros meses de actividad.
Generalmente el franquiciador cede al franquiciado una zona de exclusividad en la que solo el puede explotar el negocio por ello una correcta distribución de las mismas es vital para el buen funcionamiento del mismo. Se debe estudiar cuales son las zonas óptimas para la sostenibilidad del negocio tanto por sus condiciones como por su densidad de población o cualquier otra variables que pudiera incluir.
Por otro lado definir el paquete de franquicia, es decir, la oferta de valor al franquiciado o lo que el franquiciado va a recibir por el hecho de pagar el canon de entrada y adherirse a la red de franquicias. Ya hablamos de este tema esta misma semana en «¿Qué es el canon de entrada de franquicia?».
¿Cual es tu estrategia?
Si franquicias tu negocio, la visión empresarial va a cambiar así como los objetivos y la forma de alcanzarlos. La estrategia será fundamental y deberás decidir que tipo de cadena quieres ser, cuales son las zonas en las que deseas expandirte, como y que asesoramiento prestarás a tus asociados, cuales serán las estrategias comerciales que desarrollará tu red de asociados,.. ¿Qué quieres conseguir franquiciando tu negocio? ¿Cómo piensas conseguirlo?
Documentación jurídica
Para franquiciar tu negocio también es importante que estés bien preparado a nivel jurídico, hay una serie de procesos y documentos con los que te va a tocar familiarizarte. Quizá el elemento más importante es el contrato de franquicia que marca las reglas del juego entre franquiciador y franquiciado pero también debes tener en cuenta otros como el Documento de información precontractual (DIP) que obligatoriamente por ley tendrás que enviar a tus futuros franquiciados con una antelación mínima de 20 días a la firma del contrato definitivo.
Como puedes comprobar franquiciar tu negocio es un proceso complejo y tomar la decisión de hacerlo requiere que tengas en cuenta estos pasos que te hemos explicado y algunos más que no hemos podido incluir por espacio. Para realizar este proceso puedes contar con ayuda de consultoras de franquicias o abogados especializados que aunque puede suponer a priori un coste extra te pueden evitar problemas futuros y te van ayudar a crear una cadena de franquicias sostenible.